Es como, si mi corazón, como motor de mi ser, se pusiera a acelerar a marchas forzadas, conocedor del cúmulo de sensaciones que mi cuerpo experimenta al pensar que comienzo mi camino hacia la tierra de la vida, de la esperanza, del amor, de la lealtad, de la naturalidad, de la sinceridad, en definitiva de lo auténtico, de lo noble, de lo único y de lo humano.
Es la tierruca asturiana, su mar, sus montes, sus gentes, su cielo, todo lo que la define, la que te acerca y te aleja, te seduce y te atrapa, te libera y te encarcela, es ella, la más capaz, la más sublime, la más fuerte y la más sensible, es ella, Asturias.
Son sus aromas, los que te envuelven, los que te engatusan, los que te agarran con sus tenazas, y te llevan en sus alas de olor a mar, de olor a tierra mojada, de gotas de sidra escanciada, de humo de hogares encendidos, y de manzanas maduras al ser pisadas.
Son sus colores, sus colores turquesa de la mar en el horizonte, sus tonos verdes, de los árboles acoplados a esas tierras llenas de naturaleza viva, de plantas, de hierba, de flores, de vida que resurge como si de las entrañas de la tierra la expulsaran, para agarrarse a todo el que la pisa.
Es a ti, a tus brazos a los que me quiero agarrar y dejar abrazar sin límites, sin condiciones, con amor y para siempre.
Asturias me ha encantado cual hada hechiza a los mortales, me ha arropado entre sus ropajes de lino, seda y paño, me acompaña caminando entre sus valles, escalando sus montañas, y pisando descalza la arena de la playa, mientras salpican en mi rostro sus gotas de agua al romper las olas en mi dulce caminar.
Es su mimo y sus aromas, sus arrullos de sonidos de la vida, el del viento, el de las ramas de los árboles al moverlas, el de las olas, el humo de las chimeneas con su olor a hogar, de la hierba recién segada, y sobre todo, el silencio de la noche, sus cielos transparentes, luciendo los astros y estrellas como luciérnagas encantadas, el silencio y sus misterios, sus elucubraciones y ensueños, tan creadores y vitales a la vez.
Eres Asturias el espíritu del ser humano, y su cuerpo también. Con sus virtudes y sus defectos, perfecciones e imperfecciones, pero llena de vida y con ganas de guardar todo aquello que te hace ser como eres, y no te dejas destruir, pues impones con tu carácter tus modos, y exiges el respeto que todo ser merece tener.
BUENAS NOCHES. FELICES SUEÑOS Y SOÑAR SI PODÉIS.
Y ¿para cuando es ese maravilloso viaje??? (puedo ir yo??) (aunque ya se que tengo una deuda con ir pero seguro que está pronto resolver esa deuda).
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