Pensaba yo, que:
Qué es lo que nos está pasando a la sociedad? pues lo que de base siempre ha sido el motor para la convivencia, y hacer llevadera la vida cotidiana, se está convirtiendo en algo desfasado y fuera de lo que se entiende como “moderno”, “progre”, “libre”, etc., etc.
Es posible que: la buena educación, el respeto, la gente de bien, el sentido común, el amor, la amistad, la fidelidad, la palabra, el apretón de manos, la tolerancia, la generosidad, el saber, el sentir, sean palabras ya desfasadas.
Sustituidas por: mi colega, tengo derecho a, te denuncio, egoísmo, el ahí te quedas, yo soy así, a mi eso no me gusta, la falta de respeto a la vida, a la propiedad, decir amigo ó amistad al amigo de una noche, etc. etc.
Es cierto que son muchas, muchas las personas de bien, y con gran sentido común, educación y respeto, términos que no necesariamente tienen que ir unidos a "riqueza, poder, posición, raza, formación", simplemente civismo, o lo que siempre se ha llamado…….., pero claro está, este tipo de palabras comprometidas no tienen lugar en la prensa, porque no son un buen titular, no vende, aunque si informe, aunque si divulgue, aunque de forma positiva ponga a toda la sociedad en el lugar que le corresponda con el simple buen hacer en todos los campos del ser humano, convivencia, actividad laboral, formación, comunicación, justicia…
Es preciso y urgente, que todos y cada uno de nosotros, seamos capaces de actuar pensando en lo que dejamos, en lo que viene después, en lo que las nuevas generaciones puedan llegar a disfrutar, y con ello también crear y descubrir, y no decir eso de que “el que venga después que arree, o que se busque la vida”. Estamos en un momento en el que no tenemos que irnos al tercer mundo para descubrir a personas que pasan hambre, que se sienten desamparadas, que están solas, que no tienen ninguna oportunidad, y peor aún, personas que han trabajado durante toda su vida, sean mayores o más jóvenes, personas que han pagado sus impuestos, sus compromisos han sido cumplidos, y ahora, se ven en la estacada porque el paro ya se les ha terminado, que no pueden dar a su familia lo mínimo que está contemplado en nuestra constitución que es, alimentarlos, darles un hogar y una formación, y peor aún, ni siquiera trabajo de cualquier cosa, pues no hay para todos y cada vez para los menos.
Todo ello es mas crispante y mas difícil de tolerar y de admitir, cuando las personas a las que se ha elegido para poder velar por nuestro País, por nuestras vidas, por nuestro bienestar, no solo no lo hacen, sino que nos están sumiendo en un mundo de vergüenza, de corrupción y sobre todo de desconfianza y falta de respeto que ya es intolerable.
Que es de todas estas cifras astronómicas atesoradas y robadas, por políticos con nombre y apellidos, que además se quejan de ser esposados por sus fechorías. ¿Dónde está ese dinero? ¿Cómo y cuando lo van a devolver a las arcas públicas? ¿Y como van a pagar su traición y sus fechorías?, está claro que hay muchas cosas que no funcionan, pero fundamentalmente nuestra actitud ante estos hechos. Es la incredulidad, y la indolencia la que nos está llevando a un camino sin fin y lleno de dificultades, de curvas peligrosas y de una circulación en sentido contrario, con el desenlace catastrófico que de estas actitudes se puede esperar.
Aunque todo esto parezca derrotista, simplemente es ponernos un poco en situación, poner las cosas en claro, conociendo la enfermedad y teniendo el diagnóstico, podemos poner el tratamiento. Pues esto es lo que pretendo hacer con toda esta exposición de forma breve y resumida.
Vamos a partir de que la mayor fuerza que tenemos es LA VIDA, y con la gran fortuna de que está llena de ventanas a nuestra disposición, sólo depende de que las abramos o no, podremos ir dando color y forma a nuestra existencia.
Os recomiendo todas las noches antes de acostaros, que miréis al cielo y observéis a la luna y las estrellas, y en noches obscuras oid y deleitaros con su profundidad y grandeza.
Por las mañanas al levantaros, respirar y ser conscientes de que estamos vivos, de la cantidad de posibilidades y nuevas cosas que el día nos aportará, abiertos a experimentar todo lo que nos traiga, y las cosas que nos sucedan por pequeñas que nos parezcan, seguramente nos servirán, simplemente tenemos que ser conscientes de ello y utilizarlo para crecer o para lo que cada uno estime más oportuno.
Por hoy no os canso más, otro día más pensamientos.
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